martes, 27 de abril de 2010

Herencia

Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de herencia es el dinero, o cualquier bien material que se le antoje imaginar…
Bueno en esta ocasión no me refiero a eso… así que, si quien está leyendo este texto es mujer, puede que le ayude a entender que nos mueve a los hombres… el legado al que hago referencia va dirigido a los amigos futboleros… nadie mejor que un argentino amante del balompié podrá entender de que estoy hablando… creo que hay pocas cosas mas fuertes para nosotros, que las que nos provoca un club… un equipo al que seguimos desde siempre, no sabemos por que lo hacemos… nosotros no lo elegimos… es algo que se transmite en la sangre, no me pregunte la razón, porque es inexplicable… como hincha del GLORIOSO CLUB ATLETICO SAN LORENZO DE ALMAGRO, usted pensara que tengo motivos de sobra como para enojarme con mi viejo, porque en definitiva son mas los tragos amargos en nuestra vida deportiva, que las alegrías… pero se equivoca!...eso pensaría alguien que no entiende nada de pasión, ni de fanatismo, ni de amor por algo tan simple y tan valioso como los colores… y esto a que se debe? a locura quizá? de cierta manera si… locura que nuestros viejos nos trasmiten y con la que todos esperamos poder intoxicar a nuestros hijos también… porque mas allá de los resultados existen otras cosas que nos motivan… todavía recuerdo los nervios que sentía cuando mi viejo me sorprendía con la idea de ir a la cancha… todo un acontecimiento cuando uno tiene alrededor de 10 años, que experiencia!... comer el domingo al mediodía lo que apenas entraba en el estomago, porque todo el organismo esta lleno ese día de una sola cosa… buscar la camiseta, que no te habías puesto antes, para no mancharla con la salsa de los ravioles que preparo tu vieja… subirte al auto y salir para el estadio… en ese momento la expectativa se agiganta, las caravanas que se cruzan en la autopista con banderas de tu equipo te dibujan una sonrisa enorme al ver cuantos son los locos como vos que sienten lo mismo… vas a la boletería de la mano del responsable de tu demencial pasión y con la entrada en tu poder, te dirigís a los molinetes del portón de ingreso… y de golpe todo explota… los gritos de aliento, las canciones que en su mayoría todavía no aprendiste y otras tantas que tampoco entendes… pero igual las seguís, las cantas, las coreas… al mismo tiempo que escalas los peldaños de una tribuna popular repleta, buscando un lugar donde quedarte y desde el cual esperas ver a tu ídolo marcar el gol que le de la victoria a tu equipo…y así la historia sigue, victorias, fracasos, no son lo que realmente importa, no para un amante del futbol, porque el siguiente fin de semana todo comienza de nuevo… como podrán apreciar no necesariamente se traducen en goles o en campañas o tan siquiera en títulos los sentimientos que genera la única herencia que, sin importar el dinero, podemos transmitir, sino en todo lo demás, en todas esas pequeñas cosas que vivís y disfrutas cada vez que el ritual empieza… es por esto, que siempre voy a estar agradecido a mi viejo por hacerme hincha del ciclón, porque sin pretenderlo me dio una identidad, un amor que va a perdurar, mas allá de los desengaños, para toda la vida.
Espero haber podido ayudar a entender a quienes no comprenden la fascinacion por el futbol, lo que sentimos nosotros, seres irracionales que atamos nuestra vida al deporte más lindo del mundo.
Me despido citando al mariscal… abrazo de gol… será hasta el próximo partido.

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