miércoles, 22 de mayo de 2019

El cuento que se está escribiendo

Llevo ya un tiempo queriendo escribir algo para mi hija Micaela, y hoy que estamos festejando sus 4 años, me parece el mejor momento para hacerlo. Tengo que confesar que es difícil ser original y poder decirle lo que quiero para ella y lo que significa para mí, evitando caer en lugares comunes, así que estoy desistiendo de la idea de dedicarle solo unas palabras… Lo que sí puedo hacer es escribirle un pequeño cuento que pueda leer desde temprana edad y que la acompañe siempre… pero no puede ser cualquier cuento, sino uno donde ella se vea reflejada, donde encuentre inspiración… Algo que le divierta y le enseñe a ser una buena persona. No es poco el desafío, pero vale la pena intentar escribir algo que pueda motivarle eso… no hay mayor deseo que ayudarla a ser la mejor mujer posible cuando crezca. Encuentro mi lugar… apago la luz y dejo que solo me alumbre el reflejo blanco que provee el Word en pantalla… Empecemos… ¿Cómo será la protagonista? ¿Qué tipo de historia? ¿Cuál será el conflicto? ¿Cómo lo solucionará? Y así aparece el primer desafío… crear el perfil de nuestra protagonista. En principio quiero que se identifique por el parecido, eso ayudara a que tome por propia la historia, esta es la parte fácil… será una hermosa joven, de larga cabellera rubia, de enorme y redondo ojos azules, de mirada bondadosa pero decidida. Un nuevo problema se plantea al momento de imaginar los rasgos de su personalidad… será una princesa, obviamente, tal como Mica lo es para mí… pero no será la princesa que espera ser rescatada en una torre, sino toda una guerrera vikinga… básicamente igual mi princesa, que ya desde temprana edad mostraba sus dotes de batalla… tengo el recuerdo de estar en la clínica con ella, no tendría más de 6 meses de nacida, y necesitaban de tres doctores para poder sostenerla y colocarle una guía para pasarle remedios… Sería bueno que la princesa del cuento sea feliz… fundamental diría yo… es la mejor referencia que podría tomar del cuento… y mientras escribo la veo a Mica veo en mi cabeza… y es imposible pensarla sin esa sonrisa de pícara que tiene… es la que alegra la casa. A pesar de ser una guerrera, nuestra protagonista tendrá un gran corazón, se dará a su pueblo y a la gente que quiere… cosa que es fundamental para que ella aprenda y entienda, lo importante de la familia y de cuidarla… uno intenta inculcarle la costumbre de compartir… y mica siempre está dispuesta a compartir con su hermana y su madre, como también conmigo… y ni hablar del corazón que tiene… es la primera en correr a abrazarme cuando llego de trabajar… son de esos momentos que me cambian el día! No importa que tan cansado o molesto llegue uno del trabajo… ella lo cambia todo en un instante. Bueno… vamos volviendo al personaje… algo para inspirar seria rebeldía… pero en el buen sentido, alguien que se levante ante la adversidad, que actúe frente a cualquier injusticia, que sepa lo que quiere y cuando lo quiere, que no permita que la dobleguen… igualmente creo que no tengo que animarla demasiado en ese aspecto, porque la “peque” tiene flor de carácter!. Algo bueno para incentivarle seria el aspecto lúdico, nuestra protagonista tiene que disfrutar, divertirse con amigo y no temer al “ridículo”… aunque pensándolo, esto que es algo más que no tengo que inculcarle… mientras escribía esa línea… ya la estaba viendo con todos sus disfraces… desde brujita hasta princesa… y ni hablar de lo que ella disfruta compartiendo juegos con amigos o su hermana… no importa el rol que le toque en el juego… siempre que pueda compartir esa diversión con otros… es más, si no fuera porque está durmiendo, estaría ahora saltando acá al lado mío, invitándome a armar rompecabezas o jugar a “My Little Ponys”… A esta altura me voy dando cuenta de dos cosas… la primera es que de estar pensándola tanto, me olvide por completo del cuento… y la segunda, es que poco sentido tiene escribirlo a modo de inspiración porque la que me está inspirando es ella… En este punto creo que tengo que hablarte a vos mica… aunque todavía no sepas leer… pero con tan poco camino recorrido, ya me demostras tener todo lo que puedo pretender para vos y tu crecimiento, porque todas esas cualidades que quisiera inculcarte, nacieron con vos… Espero que en un futuro, cuando ya puedas leer esto, entiendas que fue al revés… que en realidad la que me inspira sos vos… porque me brindas esa felicidad que hace que arrancar un día nuevo sea una aventura… que me brota el orgullo al hablarte en este momento, al igual que sucede cuando te veo crecer… Soy yo quien debe copiarte… esa espontaneidad y frescura, es algo digno de imitar, lamentablemente uno lo va perdiendo o en realidad lo va olvidando, al estar inmerso en el mundo de los adultos… que bueno tenerte conmigo, para que me recuerdes que esa es la forma en la que hay que vivir. A esta altura evidentemente mis premisas iniciales quedaron al margen, porque no pude evitar caer en la poco original sensiblería paterna y porque el cuento no va a ser escrito hoy… Quizá algún día vos puedas ayudarme a redactarlo… ya no para inspirarte sino para compartir tus experiencias y que otros al leerlo puedan verse reflejados e intenten parecerse un poco a vos… mi princesa más pequeña… Te amo… felices cuatro añitos… Papa. 22/05/2019