lunes, 20 de septiembre de 2010

UH! Se venció!

Hoy abrí la heladera y mas allá de encontrar una imagen algo desolada, me di cuenta que tenia que tirar algunos de los pocos alimentos que en ella descansaban... en ese momento dos pensamientos me vinieron a la mente… el primero es que tengo que comprar menos alimentos perecederos… y el segundo, que es el que me trae ante ustedes hoy, es caer un poco en la idea de que todo en realidad tiene una fecha de caducidad… una vida útil… los sentimientos, las relaciones, los proyectos… incluso nuestra vida, todos nacemos con una fecha grabada en nuestra frente… lo que me llevo a otra pregunta… ¿nos gustaría saber el día en que algo va a terminar?... creo que todos tenemos esa pequeña parte morbosa que querría saber cuando vamos a morir… el tema es como encararíamos esa información no? que haría uno sabiendo que tal día va a dejar de existir?… o como pasaría el ultimo momento con una pareja con la que sabemos que ya no vamos a estar porque la relación esta pronta a terminarse?... loco no? o sea… si se que el mes que viene se vence mi garantía extendida, intuyo pasare días inmerso en un desbocado frenesí de algarabía, digo, antes de irme de este mundo tengo tantas cosas por hacer que treinta días no alcanzan… si se que no voy a estar mas con la mujer que me acompaña… no pararía de complacerla, de hacerla reír, de hacerle el amor… y supongo que llegada la fecha limite empezaran a aparecer los miedos, la depresión de saber que se acaba todo, no?... ahora bien… esto me lleva automáticamente a pensar el siguiente planteo… ¿en que momento se hace necesario saber cual es la fecha limite?... o sea ¿Por qué carajo no lo hacemos ahora sin saber cual es el vencimiento?... ¿por que no disfrutar evitando pasar por esa parte angustiosa del final? por ahí es un pensamiento con ciertos tintes de romanticismo, pero es algo raro que pudiendo disfrutar de las cosas al máximo todos los días, nos enroscamos con problemas que quizá no son relevantes… quizá sea porque tenemos la idea de que nos queda mucho tiempo por delante… o no nos importa… o estamos tan metidos en la problemática que nos envuelve que dejamos pasar los días sin darnos cuenta de que ellos ya no van a volver… que se yo… ideas que me vienen ahora a la cabeza… demasiado como para algo que nacio de abrir la heladera...
Me despido esperando que mi fecha de vencimiento esté muy pero muy lejos, al igual que la de ustedes y por sobre todo, que podamos aprender a disfrutar del tiempo que tenemos al máximo… o al menos intentarlo.