viernes, 29 de octubre de 2010

Mi amigo se llama billetin...

Desde hace un tiempo me persigue una idea, que en realidad detesto tener, y que está relacionada en parte con la política y en parte con nuestra condición de persona… tengo que decir que es un pensamiento quizá demasiado negativo, pero bastante fundado por cierto… y es que me molesta mucho no poder alejarme de la idea de que para tener poder primero hay que ensuciarse… no se… es que con mi poca experiencia en cuanto a sufrir los desengaños de quienes dicen representarnos, no dejo de tener ejemplos de actos de corrupción, de negociados turbios, de hipocresías ideológicas, de medidas populistas que funcionan como pantalla, desviando nuestra vista de actos que nos perjudican… esta visión pesimista y escéptica la extiendo a todo sistema de gobierno y a toda persona que lo compone… no importa izquierda o derecha, socialismo o capitalismo, a mi entender esas distinciones son totalmente intranscendentes… porque este gen corrosivo es inherente al ser humano… es una mierda pensar así, pero no logro convencerme de lo contrario… incluso aquellas decisiones que en apariencia son beneficiosas para el resto de nosotros que nos encontramos fuera de la órbita de poder, no son provocadas por el hecho de ayudar o a hacer bien las cosas, sino por diversos móviles, como ser, enfrentamientos con otros grupos de poder, por revanchas o por mera conveniencia electoral… y eso es lo que quizá mas me perturba, porque al no ver el trasfondo de ciertas medidas caemos en idolatrías o fanatismos políticos carentes de sustento real, solo vivimos engañados… pensando que se preocupan por nosotros cuando en realidad solo buscan obtener la satisfacción de propios intereses… el altruismo en la política no existe y me cuesta creer que alguna vez haya existido, porque es algo natural de todo ser humano, no? todos tenemos algún precio, todos tiramos para nuestro lado… y aquellos que quieren cambiar algo y que se aferran a sus pensamientos, ideologías y convicciones éticas, no llegan a ningún lado, porque no cuentan con apoyo, porque son traicionados, o porque son bombardeados por aquellos que no quieren perder el status conseguido… y así el ciclo continua… el “idiota soñador” queda en el camino y el maldito corrupto, mercenario del stablishment, se sigue regodeando en los altos estratos sin detenerse a ver los padecimiento de quienes estamos por debajo… lamentablemente no puedo evitar verlo de este modo… si no estas dispuesto a transar no logras nada… y por desgracia todos en algún momento caemos… las ansias de poder y la codicia son debilidades muy fuertes y peligrosas de las que muy pocas personas son capaces de escapar…
Me despido con la misma sensación de indignación e impotencia con la que me infecto siempre que pienso en esto… de todas formas sigo manteniendo, en algún rincón de mi inocente corazón, la esperanza de creer que la honestidad de alguien algún día va a lograr imponerse.