martes, 26 de agosto de 2014

Eterno por un instante

alguna vez he escrito sobre el tiempo y su percepción dependiendo de los estados de ánimo, como estos afectan su duración o lo que nosotros creemos que ha durado. hoy particularmente voy a referirme al tiempo, pero no en sí mismo, sino como condicionante de las emociones. no sé si usted se ha detenido a pensar en esto alguna vez, pero si lo hace se dará cuenta de que la idea de eternidad, es una característica inherente a los sentimientos... hasta diría que uno inconscientemente posee la idea de perpetuidad de lo que uno siente, porque es necesario para que tal estado de ánimo tenga valor, porque de lo contrario sería apenas una mueca en el rostro... para ser mas grafico, es nuestra forma de diferenciar entre lo que es reírse o sentirse feliz... uno se ríe como reflejo a un estimulo, pero si se siente feliz es otra cosa... y aunque sabemos que no es eterna esta felicidad, solo es efectiva en tanto la aceptación de que no hay nada mas de que preocuparse... qué decir del amor... hay sentimiento mas perecedero y a la vez mas infinito que el amor?... el amor es en esencia eterno... alguna vez escuche decir que uno solo ama para toda la vida... y lo cierto es que nunca nadie va a decir que va a amar por 5 minutos... también es cierto que el amor puede durar incluso menos, pero tal nefasta realidad, no será vislumbrada desde el sentimiento mismo... porque quien ha amado alguna vez... aunque sea por un instante... sabrá que solo se puede amar para siempre, aun conociendo el inevitable y prematuro marchitar del mismo. para que el sentimiento sea efectivo, es ineludible la idea de perpetuidad, solo así podrá ser percibido como tal, el convencimiento de la infinidad de la emoción es lo que lo hace real a nuestros sentidos. en ocasiones lo real y lo inconscientemente vislumbrado toman el mismo camino, siendo ciertamente un sentimiento perdurable, pero eso no es indispensable a los fines señalar la veracidad del sentimiento, solo importa la idea de perpetuidad para que sea efectivamente asimilado y percibido por nosotros en lo personal no puedo imaginar la idea de amar separada de la utópica y romántica perpetuidad... que se emplaza en un instante determinado... "...hoy y ahora te amo para siempre... " lo mismo es aplicable al odio... la decepción... la diversión... o quizá la tristeza... sabemos que nunca es eterna, pero que cuando nos sumergimos en ella no podemos evitar pensar que llego para quedarse... y qué valor tendría la tristeza si la entendemos en nuestro interior como efímera y fugaz?... como realmente lloraríamos de angustia si no logramos llevamos al absolutismo temporal... esa es la palabra clave, absoluto... estos sentimientos son estados emocionales absolutos, y el abocarnos totalmente a ellos, aunque sea por un instante los convierte en pasajeramente eternos... y aquí es donde se pueden mezclar las percepciones reales del tiempo con las inconscientes y las subjetivas apreciaciones temporales de las emociones... el tiempo vuela cuando nos divertimos, no?... cuanto más rápido es cuando amamos?... ... y cuanto más eterna es una noche, cuando de lagrimas se trata?... imagino que uno podría hacer el tonto trabajo de tratar de manejar las emociones y los tiempos mentales de cada estadío emocional... pero lamento decir que no voy a ser yo quien los guie en tal empresa... porque entiendo que sería perder el tiempo tratar de controlar tal situación... prefiero aceptar que solo pasa... y uno tiene que aprender a transitar esos periodos de tiempo, que en proporción a nuestra vida, son realmente pequeños, mas allá que desde la apreciación temporal de los sentimientos parezcan eternos... me despido... porque al igual que la eternidad de mis sentimientos, esta noche que presumo inmortal, solo tiene un par de horas de vida... que no van a ser suficientes para curar mi infinito sueño.

No hay comentarios: