domingo, 2 de enero de 2011

… me estoy viniendo viejo.

Todas las mañanas cuando salgo caminando rumbo a la estación de tren, suelo cruzarme a un viejito que esta sentado en una silla en la vereda… hay ocasiones donde me resulta un tanto gracioso, porque parecería parte de la fachada de la casa, como una suerte de estatua… y otras tantas todo lo contrario… verlo sentado solo, observando no se que, todos los días, me entristece… ¿hay un momento de la vida donde ya no podemos hacer mas que observar?
Me voy dando cuenta de que no me gusta nada la idea de envejecer… aunque las canas conseguidas prematuramente ya no son un problema… si me consterna el ser consciente del deterioro que el paso del tiempo produce en nuestros cuerpos… no se distinguir exactamente que es lo que me perturba… pero se que no quiero que llegue ese momento… también soy consciente de que es un paso lógico en la vida de todos… que lo importante es llegar a ese momento habiendo disfrutado de las vivencias pasadas… pero es mas fuerte que yo y no puedo evitarlo… no quiero envejecer… no quiero que las arrugas me marquen el rostro y que el cansancio se apodere de mis músculos y articulaciones… no quiero convertirme en un mero observador de la vida… quiero poder seguir participando… es cierto que cuando veo esta situación con mas tranquilidad y con cierto grado de distancia… me doy cuenta de que es una estupidez producto de alguien a quien no le interesa crecer… pero no puedo evadir la idea de debilitarme físicamente y eso me termina incomodando… quizá esta es una sensación que tengo porque todavía se que tengo muchas cosas por vivir… o por ahí es una consecuencia de haber tenido que soportar el pronto deterioro de mi viejo a causa de una puta enfermedad, y sinceramente, aún aceptadas y digeridas, son imágenes que todavía rondan por mi cabeza… no lo se… con el paso de los años es probable que ese “temor” se vaya disipando… quizá producto de las experiencias vividas… o quizá como el mero resultado de la resignación por lo inevitable… de cualquier forma se que ese período de mi vida, va a acaecer algún día… y llegado el momento espero no sentirlo de la forma funesta en la que hoy lo percibo.
Me despido con un dolor muy grande… no por estar deprimido y angustiado como usted podrá suponer, sino porque la artritis me esta matando y no puedo seguir escribiendo.

No hay comentarios: